Ahora que estamos terminando el Segundo Trimestre y estamos liados con las sesiones de evaluaciones, las notas, los estándares,... y todo lo que conlleva los finales de trimestres, quisiera reflexionar sobre lo que significa evaluación para mí y sobre el gran cambio metodológico que se está desarrollando actualmente, el cual modificará (y está modificando ya) la forma de evaluar.
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Sí, yo soy una de esas personas a las que no le gusta evaluar... dentro de la definición de lo que es una típica EVALUACIÓN. A día de hoy, evaluar es transformar los contenidos o capacidades adquiridas por un alumno en una nota numérica (de 0 a 10), principalmente a través de pruebas escritas o trabajos. Deben ser datos tangibles, cuantificables y objetivos, para poder justificar el por qué de ese resultado en el niño y no otro.
Pufff... me aburro hasta yo.
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Yo intento darle una vuelta a la evaluación. Lo intento, de verdad que lo intento, aunque a veces me es difícil por muchas razones.
Evaluar distinto supone que en "alguna" ocasión los niños no se tomen en serio tu asignatura (porque como no se hacen exámenes...), supone que algunos de tus compañeros no valoren tu trabajo (parece poco profesional...), los padres no comprendan tu forma de trabajar (no saben de dónde vienen esos resultados y por qué sus hijos no tienen que estudiar como siempre...),... pero de verdad que lo intento.
A lo largo de todo el curso aplico la METODOLOGÍA ACTIVA con mis alumnos, donde ellos son los protagonistas y donde aprendemos a través del juego, de la manipulación, de las TIC, de retos, etc. Cada día observo y evalúo ciertas capacidades en ellos, gracias a actividades como las que podéis leer en este blog. Pero... llega el fin de trimestre y, al final, también les hago una prueba escrita. Una prueba que para mí no es importante (puede que a través de ella evalúe unos 3 ó 4 estándares de los 15-19 que llevo por trimestre). Y les explico con detalle a mis alumnos qué significa para mí esa prueba, pero da igual... los alumnos ponen el chic de "¡atención, examen!" y lo hacen como en cualquier otra materia.
Es el único momento en que les veo sufrir...
Es el único momento en que les veo sufrir...
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Me gustaría sentirme libre para poder evaluarlos de la misma forma que trabajo diariamente y no sentirme obligada a darle un poco más de "seriedad" al final de cada trimestre.
De esta sensación, surge este artículo: DISTINTAS FORMAS DE EVALUAR QUE NO SE LLAMAN EXAMEN. Y en él, os voy a proponer otras formas más amenas de que los alumnos demuestren lo que saben en el aula de FLE. He añadido muchos enlaces para que veáis ejemplos reales:
1. A través de una exposición oral: los alumnos pueden demostrar oralmente lo aprendido y trabajado en clase. Incluso pueden preparar lo que van a exponer por escrito o dibujarlo, y ya puedes evaluar así dos destrezas: expresión oral, expresión escrita y, para los que escuchan, compresión oral. Incluso, a veces, hago que "el público" tome nota de lo que van comprendiendo.
2. Hacer una presentación o vídeo: trabajarán la expresión escrita a través de herramientas como Prezi, Powtoon, Google Presentaciones, etc. Después puedes aprovechar esas presentaciones como recurso para tus clases (comprensión escrita).
3. Creación de mapas conceptuales: herramientas como Mindmeister o Popplet les ayudarán a transformar los contenidos aprendidos en forma de esquema (sintésis).
4. Actividades orales por parejas o equipos: hay actividades donde pueden conversar fácilmente y de manera motivada (a veces con 20 y pico niños es difícil..., pero se puede hacer, te lo aseguro). Pueden preparar una entrevista por parejas, hacerse preguntas sobre sus intereses y tomar nota,... (comprensión y expresión oral). Mientras, me gusta ir observando a cada grupo de alumnos para tomar nota de cómo realizan la tarea.
También puedes preparar juegos orales, donde encima se lo pasan bomba.
También puedes preparar juegos orales, donde encima se lo pasan bomba.
5. Hacer un cómic, ya sea en la libreta o con herramientas online, como Pixton o Toondoo.
6. Collage: realizar un collage puede ser una forma de que el alumno utilice la expresión escrita y después pueda presentarlo ante sus compañeros, trabajando así dos destrezas. También pueden usar herramientas como Photovisi.
7. Grabación de audios, ya sea a través de herramientas como Voki o Fotobabble.
8. Representación teatral o juego de rol. Por ejemplo, que estás trabajando el vocabulario de una entrevista, pues que ellos representen una entrevista. ¿El vocabulario del restaurante? Creamos un restaurante y que hagan de clientes y camareros. ¿La tienda? Pues igual.
9. Sistema de gamificación a través de puntos: yo uso Classdojo para realizar un seguimiento diario del alumno.
9. Sistema de gamificación a través de puntos: yo uso Classdojo para realizar un seguimiento diario del alumno.
10. Adiós a los cuestionarios aburridos..., ¡¡hola a Plickers o Kahoot!! Me encantan. Y a ellos más.
11. El aprendizaje a través de retos: yo les pongo muchos retos (Bricoretos, ReTIC y Superretos) que voy comprobando si superan o no.
12. Tareas finales sorprendentes y motivantes, como un Escape Room. Es una forma de comprobar si hay dudas o no se han adquirido los contenidos.
Después de estas reflexiones y volviendo al punto del que os he hablado antes... voy a hacer una promesa ante todos vosotros.
A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a sentirme presionada para evaluar de la forma "tradicional".
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